sábado, 19 de diciembre de 2009

Reinterpretación de una entrevista

En principio este blog surgió para poder recopilar de una forma más amena los trabajos y escritos que tengo que hacer durante la carrera. En este caso os dejo aquí una reinterpretación que tuve que hacer de una entrevista que Rosa Montero le hizo al cantante Prince hace unos años. No he podido encontrar el documento online, pero os recomiendo que la leáis porque es un gran modelo a seguir. El estilo de esta periodista es envidiable, y he tratado de reflejar algo de eso en mi escrito. El título del trabajo es "El Princepio del fin", y trata de hacer una analogía entre principio y el nombre del artista, Prince. Espero que os guste.

No soy la primera, ni tampoco la única, que identifica a los artistas (sobre todo los que pertenecen al panorama musical) con unos personajes excéntricos y caprichosos, demasiado propensos a lo comercial y que hace tiempo que cambiaron el arte por un puñado de billetes. Son numerosas las celebridades que destacan únicamente por sus atípicas exigencias en los hoteles, en el backstage tras un concierto e incluso en sus coches y limusinas.

Con esta idea tan preconcebida comencé a leer la entrevista que Rosa Montero le hizo a Prince unos cuantos años atrás. Cuál fue mi sorpresa al descubrir que detrás del ídolo, del fenómeno de masas que ha logrado llegar a cientos de miles de personas con su música, hay un hombre de carne y hueso que posee una inteligencia brillante.


Lejos de dejarse arrastrar por el comercio y el poderoso Don Dinero, Prince ha decidido publicar su próximo disco (The gold experience) por su cuenta, al margen de las discográficas. Como buen artista, pretende que su música llegue al público. Y ya está. Fin del problema. Si nos paramos a pensar, es lo que deberían hacer muchos otros artistas que viven de eso, del público, de nosotros.


No obstante, no es eso lo que más me ha llamado la atención de esta entrevista. Hay una parte muy interesante en la que Rosa Montero consigue unas declaraciones de Prince que habla acerca de las palabras y el lenguaje. Parece que Prince ha logrado alcanzar otra dimensión en la que es capaz de expresar lo que siente sin que un solo sonido salga de su boca.

Parece casi una aberración eso de “desterrar” el lenguaje verbal, pero para Prince es posible. Como también lo es el dejar (un poco) de lado los intereses económicos. Quién nos iba a decir a nosotros, tan acostumbrados como estamos a competir por un puñado de monedas y a hablar más de la cuenta, que uno de aquellos que puede tenerlo todo no lo necesita. Porque esa es la idea: no lo necesita, y nosotros tampoco.

Sí, lo sé, que alguien que quiera dedicarse al periodismo esté dudando ahora de la utilidad de las palabras y de la necesidad de su uso parece cosa de locos, pero es que la entrevista en cuestión me ha dado que pensar. He reflexionado mucho y me he dado cuenta de todas las frases que digo de más, que escribo de más. Vocablos que únicamente utilizo para rellenar huecos vacíos que parecen no tener sentido, pero que muchas veces significan más que las propias palabras.

Curiosa sin duda esta conversación. Quizá la extravagancia de algunos artistas encierre más cordura que la de toda una masa que sigue las leyes establecidas. Quizá la excentricidad (siempre con moderación, por supuesto) haya dejado de ser un defecto para convertirse en un lujo al alcance de unos pocos privilegiados.

Pero yo ya me callo. Y quien quiera (y pueda) que reflexione.

Por cierto, la nota del trabajo es un 10 como una casa. No me gusta vanagloriarme de mis éxitos, pero reconozco que el esfuerzo con el que la escribí ha tenido su recompensa :) 

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Ayuda para encontrar un nombre

Hoy en día casi todo el mundo tiene acceso a internet. Entre muchas de las posibilidades que se nos ofrecen está la de crear un blog en el que hablar de cualquier cosa, y poder compartirlo con el resto de usuarios de la red.

Dicho esto, me gustaría pediros consejo. Un pequeño gran gorgonita me ha hecho una proposición que no he podido rechazar: hemos decidido crear un blog los dos juntos en el que poder dar rienda suelta a nuestra imaginación y permitir que la pluma de nuestra creatividad vuele sin temor a ser censurada. La cuestión es: ¿qué nombre le ponemos?

Como tenemos serias dudas, hemos decidido que seáis vosotros los que decidáis los nombres con los que firmaremos cada una de las entradas. Os dejo la encuesta en cuestión en el blog del gorgonita más maravilloso del mundo.

El futuro de nuestras palabras está en vuestras manos.


Gracias a todos, y un afectuoso saludo.

martes, 8 de diciembre de 2009

Perdida

Ha sido una de esas semanas en las que se te viene el mundo encima. A lo mejor debería de decir que ha sido uno de esos meses, pero los momentos buenos y los malos se entremezclan de forma algo confusa, y ya no puedo distinguir qué color predomina, está todo bastante gris.

Me siento como si estuviera en mitad de un bosque y no supiera qué camino seguir. La noche cae poco a poco, el frío se hace más intenso y comienzo a tener miedo. Aún así, sigo sin encontrar la salida. Es todo demasiado difícil, y comienzo a desesperarme.

Os juro que lo intento. De verdad. Yo quiero salir de aquí, quiero volver a esas tardes soleadas donde no me preocupaba nada y donde la risa se llevaba mis más oscuros pensamientos. Estoy completamente bloqueada, y muy muy asustada.

La firme línea que marcaba el horizonte se está borrando, y ya no sé dónde termina esta etapa ni cuándo comienza la siguiente. Paso tras paso mis esperanzas se agotan, como si ya no quisieran estar conmigo y ellas también me abandonaran.

No comprendo cómo he llegado a este punto, no le encuentro explicación. Me duele todo, hasta lo más profundo de mi ser, y ni siquiera el dolor me hace reaccionar. No encuentro el primer peldaño de la escalera que me saca de este pozo, y cada vez veo menos luz.

¿QUÉ HAGO AHORA?




Gracias por la llamada, gorgonita. He encontrado un gran apoyo donde menos lo esperaba, y me siento mucho mejor ahora. Siento ser tan pesimista, tan sólo estoy tratando de econtrar mi lugar en este mundo tan complicado.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Manifiesto "En defensa de los derechos fundamentales en internet"


Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que...

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia

Este texto se publica multitud de sitios web. Si estás de acuerdo, publícalo también en tu blog.

Visto en: Caspa.tv

martes, 1 de diciembre de 2009

Fragilidad de espíritu

Semana dura. En realidad todas lo son, en mayor o menor medida. O eso es lo que creo yo (sí, comprobado empíricamente).

Ayer mi profesor de Historia Universal nos habló sobre el pesimismo. Afirmó varias veces que era un mal común en la sociedad, y una enfermedad muy contagiosa. Sugirió encarecidamente que deberíamos alejarnos de personas así. Esto último me hizo pensar... ¿cómo puedo alejarme de mí misma?

No siempre ha sido así, no llevo toda la vida en esta situación. Supongo que me di cuenta del problema demasiado tarde, cuando los vínculos emocionales con determinadas personas eran demasiado fuertes. Fue entonces cuando, una a una, desaparecieron de mi vida llevándose mi alegría consigo. Realmente no fueron tantas, pero dolieron como miles.

Así es como se desdibujó mi sonrisa. Ahora río también, pero con menos fuerza. Pretendo que no me afecte, aunque creo que se ha metido tan profundamente en mi interior que ya no voy a poder sacarlo. No quiero rendirme, pero me cuesta tanto seguir... Sé que hay muchos motivos para hacerlo, y muy buenos, pero ¿habrá alguno que pueda equipararse (o al menos intentarlo) a aquéllo que ya perdí?

A veces me parece demasiado absurdo escribir estas cosas, y más aún cuando hay personas suscritas a este blog que leen las actualizaciones. Me resulta raro compartir de una forma tan simple estos pensamientos tan profundos. Podría escribir de temas sencillos, sin relevancia alguna para mí, pero me siento incapaz. Quizá os parezca una visión demasiado negativa, pero es la mía (aunque sigo teniendo fe en ir cambiándola, aunque poco a poco).


Un afectuoso saludo a los lectores del blog, todos conocidos y muy estimados. Gracias.

martes, 24 de noviembre de 2009

Furia

Hay diversas situaciones que me hacen estallar. Estallar de ira y de rabia, pero por dentro. No suelo gritar, simplemente lo voy guardando poco a poco en mi interior, de forma que se crea una bola gigantesca de remordimientos, malas palabras y muchas, muchas lágrimas.

Pocas veces he estallado, un par o tres, que yo recuerde, y ni siquiera fue muy grave. Cuatro gritos, alguna que otra mala cara y ya está, sin daños colaterales. Luego no me extraña que me traten de gilipoyas (y mira que no quería poner tacos en este blog, pero es que es esa la palabra).

Todo el mundo me dice que tengo cara de niña, de inocente... vamos, de tonta. De esa clase de persona de la que todo el mundo puede aprovecharse y que nunca va a recriminar nada a nadie. Ese tipo de chica que deja que la gente le pase por encima, y aún así es ella la que se disculpa.




Ahora mismo estoy sentada encima de la cama, escribiendo como una imbécil mientras se me caen las lágrimas y ruedan por mis mejillas. No es eso lo más triste. Lo peor es que a la única persona que podría ayudarme, ni siquiera le importa.

Eso sí. La conciencia bien tranquila. Pues qué de puta madre...

lunes, 23 de noviembre de 2009

Un poco de todo (supongo)

Odio que la gente piense que soy una cría, pero me molesta más aún comprobar que, en según qué situaciones, tienen toda la razón.

Suelo ser una de esas personas impulsivas, que se dejan llevar por lo que sienten y que se tropiezan una y otra vez sin saber cómo seguir adelante. No me gusta ser tan sensible, ni tomarme tan en serio los pequeños baches de la vida, pero es que a veces no puedo evitarlo.

Que conste que lucho día tras día por tratar de hacer bien las cosas, pero no hay manera. Al final siempre encuentro un detallito, algo ínfimo e insignificante que hace que mi ánimo se tambalee y caiga en picado.

Quizá eso no sea lo peor... lo más terrible es que, a la vez que encuentro mi problema y me voy hundiendo, creo una burbuja que me rodea por completo y que no deja que nadie pueda venir en mi ayuda.

La única solución que más o menos funciona es la de escribir, y aún así la inspiración va y viene... Por más que me lo propongo, no consigo centrarme y ser constante, ni siquiera con el blog. Es curioso que las mejores frases aparecen mientras voy paseando por la calle, o en el momento de antes de dormirme... voy a tener que acostumbrarme a llevar una libreta en el bolsillo, y también en el pijama.

Supongo que tanta apatía es por el examen del próximo lunes, la verdad es que la asignatura de Teoría de la Comunicación me da bastante miedo, pero espero aprobar con buena nota. Lo espero, porque me estoy esforzando. Y ya estoy cansada de esforzarme para nada.

martes, 10 de noviembre de 2009

Y de repente... las cosas salen bien

Soy una persona que utiliza la escritura como un medio para evadirse de los problemas. Cuando algo me agobia, o me siento mal por algún motivo, escribo. Con lágrimas en los ojos, el corazón en un puño y la rabia a flor de piel es como mejor me salen las palabras, pero sé que eso no es tan bueno como parece. Y no lo es porque desahogarse escribiendo no es mal método, pero tiene un gran inconveniente, y es que las palabras siguen ahí por mucho que pasen los malos momentos.

Es por esto por lo que me he decidido a escribir hoy. Empezar una nueva carrera no ha sido fácil, pero tiene también su lado positivo. Se nota mucho que tengo un año de experiencia en esto de la vida universitaria, y si lo afirmo no es porque me lo hayan dicho (que también) sino porque yo misma lo noto. Me sigo agobiando igual con los trabajos, las noches se me hacen cortísimas y me sientan mal los madrugones, pero lo llevo mejor. Y no es únicamente por la experiencia, sino porque me encanta lo que hago.

Me gusta escribir, plasmar en un papel lo que siento y que me guste volver a leerlo. Me gusta hablar con las personas, conocer gente nueva, reírme a carcajadas con chistes malos y hablar en inglés. Me gusta el periodismo, me gusta mucho, y ya no sólo por mí, sino por mi abuela. Ella era una gran escritora, y me gusta (sí, sé que me repito) tener la sensación de que estaría orgullosa de mí si me viera ahora.

No todos los días son buenos, ni todos los momentos malos, pero ahora estoy en una etapa maravillosa que quiero disfrutar y exprimir al máximo.Y os aseguro que, por esta vez, lo haré.




lunes, 2 de noviembre de 2009

Antes de nada... explicaciones.

Siempre me ha gustado escribir, aunque si tengo que ser sincera, nunca he terminado nada de lo que he empezado. Son muchos los proyectos que guardan los archivos de mi ordenador, pero muy pocos pasan de la tercera página. Es por esto por lo que quiero empezar a ser constante, a escribir algo cada semana que tarde o temprano pueda tener algún sentido en esas interminables páginas de mi vida que nunca sé cómo terminar.

Comienzo este blog (y digo este porque no es el primero que he empezado, y lamentablemente, dejado a medias) con una copia de una redacción que nos encargaron en clase hace un par de meses, al comienzo del curso, y en las que se nos preguntaba por qué habíamos elegido el periodismo:

"A pesar de que tengo que remontarme unos cuantos años atrás, el recuerdo de cómo comenzó mi afición por el periodismo sigue presente en mi día a día cada vez que abro un periódico. Desde que aprendí a leer a una edad más bien temprana, no he dejado de devorar libros con gran avidez. He pasado horas y horas leyendo en mi habitación, creando en mi imaginación los escenarios de cada cuento mientras fantaseaba con mis escritores favoritos.

Unos años más tarde comencé a leer periódicos. Me sentía mayor con esas hojas entre mis manos, y recorría con mis dedos impregnados en tinta las grandes páginas plagadas de artículos y fotografías. En mis ratos de juegos preparaba un informativo que televisaba desde mi salón, y que mantenía a mi familia al tanto de las últimas novedades del hogar.


Hoy, ya con 19 años y algo más de experiencia, me decido por fin a cumplir mi sueño tras un breve (pero intenso) intento de ser ingeniera informática. Sé que voy a tener que esforzarme, pero la pasión por escribir en un periódico y la satisfacción de que algún día haya lectores que aprecien mi trabajo puede más que cualquier dificultad que pueda presentarse a lo largo de estos cuatro años, así que... a escribir se ha dicho."

En realidad no se queda ahí mi vocación. Supongo que además de los premios de relatos que obtuve hace unos años hay algo más que me mueve por este mundo de las palabras, y es tratar de seguir el camino que dejó mi abuela hace más de un año. Ella manejaba las letras como nadie, redactaba escritos y escribía cuentos maravillosos. Nunca se dedicó a escribir, ni siquiera el periodismo. Quizá lo que yo esté buscando no sea sólo mi sueño, sino también el de ella.


Por esto, y por mucho más... te lo dedico, abuela.